¡Ay, qué esforzada es la vida del blogerista! Lo mas duro: el cargo de conciencia por no colgar entradas nuevas --¡NO TENGO ESCUSA!--; lo más increíble: tener que explicar el por qué a partir de este momento los comentarios --¡HEY, HEY, LOS DE LAS RISITAS DEL FONDO: EN ESTE BLOG HAY AMABLES PERSONAS QUE DEJAN COMENTARIOS, así que HAY COMENTARIOS!-- La cuestión parece ser que, además de comentaristas amables, hay otros no tan amables. No me opongo a los milagrosos líquidos fortalecedores de uñas que además acaban con los hongos; no entiendo los beneficios de darle terapia hormonal al ganado; adoro el queso azul francés aunque prefiero nuestro maravilloso y verdoso Cabrales patrio y, revelándoos fascinantes facetas de mi carácter, apoyo fervientemente --¡ARDOROSAMENTE!-- todo lo que tenga que ver con el alargamiento de los penes pero... NO EN MI BLOG. Hay otros sistemas de comercialización más adecuados para estos productos...bueno, quizás no filtraré el de los penes.
Así que, de ahora en adelante, los comentarios que se hagan en este humilde blog, pasarán por mi pantalla primero para evitarnos a todos spam, desagradables imagenes, porno no requerido, etc.
Y gracias a los AMABLES COMENTARISTAS HABITUALES.
AVISO
Hace 13 años
