Una reciente afición adquirida es la fotografía digital y las
multiples maneras que admite ser modificada. Por un lado,
la fotografía se hace universal; es cierto que hacen falta
unas herramientas mínimas (una cámara digital, un
teléfono que tenga cámara, un ordenador... imagino que
cientos de artefactos de los que aún no tengo ni idea), pero
su infinita capacidad de repetición, de inmediatez
optimizan su uso. Por otro, está la faceta artística que
conlleva: embellecer una mirada, apagar un brillo,
borrar lo feo o cambiar colores; experimentar con la luz,